Sonidos en el Campus

Mi idea para la consecución de esta tarea, consistiría en usar los altavoces que hay por toda la facultad de Bellas Artes, esos que están hay muertos de risa y que nadie utiliza, para hacer sonar durante un tiempo ininterrumpido, quizás tres o cuatro horas, el sonido apabullante de un viejo reloj.

El motivo de hacer esto, es demostrar como el tiempo transcurre sin que nos demos cuenta. Tal vez, en un principio, el sonido del tic-tac del reloj nos moleste, pero pasado un rato no lo oiremos, pues poco a poco nos iremos acostumbrando a ese estridente ruido.

Es posible que algunas personas tarden más que otras en acostumbrarse a este sonido, puesto que no podrán evitar prestarle atención. Ya lo dijo Dostovyevski "no pienses en un oso polar, y verás que le pensamiento te vendrá a la mente cada minuto". Lo mismo ocurrirá con el reloj, puesto que al intentar evitar pensar en él, no podremos evitar escucharlo y nos sacará de quicio. Tendremos que tratar de conseguir pensar en él, y adaptarlo a nuestra vida diaria, al igual que se adapta el tiempo.


Hay un juego que circula por el mundo, al que denominan "El juego", y al que es imposible ganar. Consiste, precisamente, en lo que he descrito anteriormente, en no pensar en el juego, El jugador que piensa en él pierde, y debe declararlo publicamente. Hay una frase que dice "Todo el mundo que conozca la existencia de EL JUEGO está jugándolo, quiera o no", puesto que al saber de él, piensas en él. Ahora yo estoy jugando, y tú también.

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